Porcelana Nacional de Meissen: fama mundial durante más de 300 años
Prácticamente ningún visitante deja de acudir a la Fábrica Nacional de Porcelana de Meissen. Ya desde el siglo XIII la porcelana era un artículo muy caro que se importaba de China, y no fue hasta comienzos del siglo XVIII cuando ciertos investigadores, por encomienda del príncipe elector de Sajonia —que era un gran amante y coleccionista de tesoros de suave brillo—, lograron descifrar los secretos de su fabricación.
Poco después se erigió la Fábrica Nacional de Porcelana de Meissen en el castillo Albrechtsburg. En él permaneció durante más de 150 años, hasta que se trasladó a las nuevas instalaciones de producción en Meißen-Triebischtal. Sin embargo, el castillo Albrechtsburg del gótico tardío continúa siendo una visita muy interesante: entronado en las alturas sobre el Elba, se considera la primera edificación de un castillo en Alemania y en él se alojan actualmente algunos hermosos museos y colecciones, por supuesto, relativos a la gran pasión de la ciudad, la porcelana. También es hermosísimo el carillón de porcelana de la torre de la iglesia gótica Frauenkirche, cuyos acordes fascinan a todo el mundo desde 1929. Y en la Nikolaikirche se encuentran las figuras de porcelana de Meissen más grandes que se han fabricado jamás. No goza de tanta fama, pero también es de gran relevancia la tradición de Meißen en la fundición de estaño: la fábrica de fundición de estaño, cuyos orígenes se remontan a 1792, es la más antigua de Sajonia que aún se encuentra en activo y, al mismo tiempo, un bonito museo que rinde homenaje a esta hermosa forma de artesanía, casi olvidada.